¿Qué sabemos sobre el DIU? Por Micaela Fernández Abellán
El 9% de las parejas en España usan métodos de anticoncepción irreversibles, ya sean la ligadura o la vasectomía, mientras que solo el 3,2% de las mujeres utilizan el DIU, método eficaz y completamente reversible. Estos datos me llaman la atención y me hacen pensar que no conocemos bien algunas de las herramientas anticonceptivas de las que disponemos. El DIU ha demostrado mayor eficacia que estos otros métodos, es igual de cómodo y te evitas una intervención quirúrgica.
Además tiene ventajas añadidas en poblaciones de mujeres concretas. Por ejemplo, por encima de los 40 años ya no tienes que recambiarlo cada 5 años, lo puedes dejar hasta la menopausia.
Pero no todos los DIUs son iguales ni valen para todas.
Tipos de DIUs
En cuanto a la forma de actuar tenemos dos tipos: de cobre o de progesterona.
El DIU de cobre con alta carga produce una toxicidad sobre espermatozoides y óvulo además de crear una inflamación crónica en las paredes del útero para que no haya un ambiente adecuado a la fecundación ni implantación.
El DIU de progesterona espesa mucho el moco cervical (la entrada al útero desde la vagina) impidiendo el ascenso de los espermatozoides. Además provoca una inmovilización del espermatozoide, por si lograse entrar que no llegue a ascender. y por si no fuese bastante con esto, impide que el endometrio (paredes internas del útero) prolifere, quedando como una fina capa haciendo imposible el anidamiento y por tanto el embarazo.
La diferencia fundamental que nota la mujer entre uno y otro es el patrón de reglas. Con el DIU de cobre la mujer nota que su regla sigue igual o puede volverse algo más abundante, con lo que si eres de mucha cantidad de sangrado no sería el más recomendable para tí. El de progesterona lo que produce es que el endometrio se afine por lo que la mujer nota que su regla es cada vez menor, casi un manchado testimonial de un solo día y puede incluso llegar a desaparecer (nada importante ni con repercusiones hormonales, no se produce tejido por lo que no se desprende eses tejido, nada más). El de progesterona lo usamos, además, para tratar algunos problemas de sangrado o de pólipos y otros crecimientos anómalos de este tejido del interior del útero.
¿Falla más que otros métodos?
En cuanto a la tasa de fallos, es mínima actualmente porque es un método eficaz y porque su uso no depende de la mujer, no está expuesto a olvidos como la píldora o a un uso correcto como el preservativo. Lo colocamos en la consulta y la mujer no tiene que preocuparse de nada más. Presentan actualmente menor tasa de fallos que la ligadura o la vasectomía.
¿Es caro?
Sobre los costes decir que con un uso de 3 a 5 años los de progesterona suponen entre 50 a 30 euros por año, lo que supone mensualmente unos 4 a 2,5 euros. El de cobre es aun más barato, con lo que quería con el uso de 5 años en un coste anual de 14 euros y mensual de 1,16 euros. Muy bajo si comparamos con otros métodos.
¿Quién puede usarlos?
Cualquier mujer y de cualquier edad. Aunque no hayan tenido hijos.
Se puede usar tras el parto o el aborto, pasadas unas seis semanas.
Durante la lactancia materna, sin problema alguno.
En mujeres afectadas por cualquier enfermedad crónica. No interacciones con otras medicaciones ni empeora el curso de ninguna enfermedad.
¿Quién no puede usarlos?
Mujeres con hemorragias sin causa conocida.
Infecciones genitales activas.
En caso de sospecha de embarazo.
Mujeres con anomalías de la forma del útero y del cérvix.
En mujeres con cáncer de útero.
En caso de infecciones del útero postparto o postaborto.
Lo que no provocan, falsas creencias
No son abortivos.
No causan esterilidad.
No causan incomodidan ni se notan durante las relaciones.
No se mueven.
Y no existen tallas como tal. Existen distintas formas y un par de tamaños especiales para mujeres que han tenido problemas de expulsión, pero generalmente el tamaño es estándar.
En fin, que no lo descartemos como método por falsos mitos ya que puede ser la opción perfecta para muchas mujeres. Infórmate en el lugar adecuado y por la persona correcta.