Bronceado seguro: fotoprotectores y autobronceadores
¿Qué son los fotoprotectores?
Son sustancias que se aplican sobre la piel para protegerla de los efectos nocivos de la radiación ultravioleta.
Los fotoprotectores permiten exponerse al sol más tiempo sin sufrir quemaduras. El índice que mide cuánto tiempo de más podemos exponernos al sol se denomina Factor de Protección Solar (SPF). Por ejemplo, si nos quemamos con una exposición solar de 15 minutos, un fotoprotector con SPF de 10 nos permitiría estar 10 veces más al sol sin quemarnos, es decir, 150 minutos (2.5 horas).
Hay 3 tipos de filtros solares:
- FÍSICOS: reflejan la radiación, dispersándola. Incluyen el dióxido de titanio y la mica. Son menos cosméticos que los químicos, aunque recientemente existen productos cosméticamente muy mejorados.
- QUÍMICOS: Absorben la energía de la radiación UV, transformándola en energía no perjudicial. Los más comunes son el ácido para-aminobenzoico, los cinamatos, las benzofenonas, etc.
- BIOLÓGICOS: Básicamente son moléculas con propiedades antioxidantes, cuya acción radica en el secuestro de los radicales libres responsables del envejecimiento cutáneo y del cáncer fotoinducido. Los máximos representantes de este tipo de filtro son el ácido ascórbico y el tocoferol, así como sus derivados.
Hoy en día la mayoría de los fotoprotectores son combinados (contienen filtros físicos, químicos y biológicos).
¿ Qué es el índice Ultravioleta (IUV)?
Este parámetro evalúa la cantidad de radiación ultravioleta que se recibe (y que depende de factores ambientales locales, contaminación, capa de ozono, etc). Se denomina índice ultravioleta o índice UV (IUV) y difiere en cada área geográfica, día y hora, por lo que se realiza un cálculo diario que, en nuestro entorno, puede consultarse en la página web www.aemet.es.
La aplicación de fotoprotectores debe adecuarse en función de nuestro fototipo y del IUV.
¿Para que sirven los autobronceadores?
Podemos broncear nuestra piel sin tomar el sol utilizando autobronceadores. Estos colorean la piel sin intervención de la melanina en el proceso, por lo que no poseen efecto protector frente a la radiación solar. Su acción se limita a la capa superficial de la piel. Son sustancias de aplicación tópica que reaccionan con las células epidérmicas de la piel y las colorean fuertemente sin necesitar la radiación solar.
Destacan el extracto oleoso de nuez, el aceite de zanahoria y el extracto de té. La más empleada es la dihidroxicetona (DHA). Ésta reacciona con los grupos amino libres de las proteínas cutáneas (aminoácidos de queratina: tirosina, fenilalanina y triptófano).
Las recomendaciones de uso son las siguientes:
- Para obtener una tonalidad homogénea, es necesario realizar previamente una exfoliación de la zona en la que se aplicará el producto, ya que la DHA se acumula en zonas de células muertas.
- Deben lavarse minuciosamente las manos después de la aplicación del producto.
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