Alergia a medicamentos: Estudio y Tratamiento

Tras la administración de cualquier tipo de medicamento, los pacientes pueden presentar reacciones indeseables provocadas por su sistema inmunológico. Dichas reacciones se dividen en dos tipos:

Predecibles: Relacionadas con el mecanismo de acción del fármaco, y con la dosis del mismo. Son conocidas como reacciones adversas medicamentosas.

Impredecibles o de hipersensibilidad: Se dan únicamente en sujetos susceptibles. Pueden estar mediadas por un mecanismo inmunológico.

Los más comunes son los siguientes: Picor en los ojos o en la piel, erupciones cutáneas, hinchazón de la lengua, la cara o los labios, ronchas o dificultad respiratoria pero también se pueden dar reacciones alérgicas más graves (Anafilaxia) que se detectan por los siguientes síntomas:

• Dolor abdominal
• Diarrea
• Vómitos
• Confusión
• Dificultad respiratoria severa
• Mareos
• Desvanecimiento
• Ronchas en diferentes partes del cuerpo
• Taquicardia

Ante la sospecha de una reacción de hipersensibilidad, el paciente debe acudir al Servicio de Alergología indicando el medicamento implicado para, tras una historia clínica detallada y una primera sospecha diagnóstica, realizar el estudio correspondiente.

Puede realizarse a cualquier edad y con cualquier tipo de medicamento. En función de la reacción sucedida y del tipo de fármaco, el estudio puede incluir una o varias de las siguientes técnicas:

• Pruebas cutáneas: Permiten determinar la existencia de un mecanismo inmunológico implicado en el proceso.
• Estudio analítico: A través de un análisis de sangre se puede  detectar la presencia de alérgenos específicos.
• Test de exposición controlada a medicamentos (Técnica Gold Standard): Permaneciendo el paciente en observación hospitalaria, se administran dosis crecientes y sucesivas del fármaco a estudiar. Es necesario para confirmar/excluir el diagnóstico si no se alcanza con la historia clínica y las pruebas antes mencionadas; así como para probar alternativas terapéuticas.

Una vez realizado el diagnóstico del tipo de reacción, existen dos posibilidades:

• Que el paciente evite el fármaco en cuestión. El especialista puede proporcionar, en algunos casos, alternativas terapéuticas al paciente para que pueda prescindir de dicho medicamento.
• Desensibilización: En otras ocasiones, no existen alternativas o estas suponen un riesgo importante para el paciente por lo que se lleva a cabo un procedimiento a través del cual se consigue que el paciente tolere el medicamento de forma temporal. Tras suspender el protocolo de desensibilización, el paciente debe continuar evitando el medicamento para evitar reacciones.

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