La medicina preventiva o predictiva es aquella que trata a personas sanas que quieren anticiparse al desarrollo de cualquier enfermedad y frenar, en la medida de lo posible, el envejecimiento.
Se trata por tanto de una medicina proactiva que previene en lugar de curar y que se fundamenta en la personalización de las pruebas diagnósticas y de los tratamientos que tiene que llevar a cabo cada paciente.
El objetivo principal de esta disciplina es conseguir una mejora neta en la calidad de vida del paciente a largo plazo.
A lo largo de los años se ha conseguido aumentar de forma progresiva nuestra esperanza de vida. El objetivo de la medicina preventiva no es solo conseguir que los pacientes lleguen a edades avanzadas, sino que lo hagan con un estado de salud óptimo y una buena calidad de vida.
El envejecimiento supone la pérdida de habilidades tanto físicas como cognitivas, con el deterioro consecuente sobre la calidad de vida de los pacientes. Dicho envejecimiento está en parte relacionado con la disminución de la producción hormonal, que comienza alrededor de los 35 años y que disminuye un 1-2% cada año. Dichas hormonas son proteínas que tutorizan funciones tan cruciales para el ser humano como el desarrollo muscular, las características de la piel, el funcionamiento cerebral, la vida sexual, etc.
Desde hace años, en EEUU, se viene tratando con éxito este declive hormonal. Los pacientes que siguen estos tratamientos refieren haber recuperado parte de las habilidades perdidas con la edad, y se observa que determinadas patologías asociadas al envejecimiento, como las enfermedades neurocognitivas en mujeres postmenopáusicas, o la degeneración macular senil (primera causa de ceguera en adultos en países civilizados) disminuyen su incidencia.
Comenzamos a envejecer el día que nacemos, pero se determina que en la franja de los 34-36 años se alcanza el cénit de capacidades físicas y cognitivas. Ese es el mejor momento de una persona en cuanto a desarrollo, desde ahí comienza el declive de síntesis hormonal que mencionábamos previamente y la pérdida consiguiente de facultades. Tiene sentido, pues, que a partir de los 40-45 años comencemos nuestros chequeos de Medicina de Precisión enfocándolo como un “Plan de Ahorro de Salud” que nos permitirá afrontar la vejez desde unas condiciones óptimas para su disfrute.
El desarrollo de esta Medicina de Precisión en EEUU ha provocado una auténtica revisión de conceptos como “la crisis de los 40”. ¿Y si realmente esta mal llamada crisis no fuera más que la primera señal del envejecimiento que se acaba de iniciar? ¿Y si pudiéramos medir, tabular y corregir esos primeros síntomas del paso de los años? Estamos ante una revolución médica, entendida por muchos como la medicina del futuro.
Otras situaciones como la menopausia y la andropausia merecen especial atención. En hombres, es un proceso larvado, de años de evolución, que acaba en un deterioro muscular severo con la edad (sarcopenia) y un deterioro general de las capacidades físicas y de las habilidades cognitivas que inciden de manera crucial en un empeoramiento de la calidad de vida de los pacientes.
Si bien la Andropausia genera estrés en el varón, la terapia más importante cuando hablamos de hormonas y envejecimiento es la Terapia Hormonal Sustitutiva de las mujeres postmenopáusicas. Dicha terapia genera inseguridad en algunos pacientes debido a su incorrecta asociación con el cáncer de mama o endometrio. Este temor es innecesario puesto que está demostrado que se trata de un tratamiento completamente seguro y fiable. Existen innumerables publicaciones, como el estudio HERS, que concluyen que si las hormonas mantienen el equilibrio debido, tienen un efecto neutro (ni provocan ni protegen) sobre la aparición del cáncer.
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RECOGIDA DE INFORMACIÓN (Primera Visita)
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RESULTADOS Y DIAGNÓSTICO
Una vez que el doctor cuenta con todos los resultados, elabora un informe exhaustivo y personalizado en el que pone de manifiesto la situación actual del paciente, así como su tendencia a desarrollar enfermedades futuras.
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PLAN DE TRATAMIENTO
En función de los resultados obtenidos y el diagnóstico realizado, el doctor propondrá a cada paciente un plan de tratamiento personalizado y único basado en recomendaciones farmacológicas, terapias hormonales o / y cambios de hábitos de vida.
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REVISIÓN PERIÓDICA PARA MEDIR LA EVOLUCIÓN
El especialista marcará una serie de revisiones periódicas vara evaluar la eficacia del plan de tratamiento propuesto y realizar los ajustes que puedan ser necesarios.