La Anatomía Patológica es uno de los pilares en los que se fundamenta la medicina moderna.
Se llevan a cabo estudios histológicos de pequeños fragmentos de tejido (biopsias), de piezas quirúrgicas y de estudios citológicos de extensiones, exudados, secreciones y aspirados de órganos (Punción-Aspiración con Aguja Fina, PAAF).
Esta especialidad ha llevado un desarrollo científico paralelo a la progresiva evolución de los métodos de observación y al mejor conocimiento del organismo humano y de sus alteraciones.
Se empezó por la realización de autopsias y de la correlación de los signos y síntomas clínicos con las lesiones encontradas en órganos y tejidos.
Mas tarde, apareció el microscopio óptico, trasladando el lugar de asiento de la enfermedad a la célula y estableciendo la patología celular como eje alrededor del cual gira hoy en día todo el conocimiento médico.
Se buscó mayor definición, mediante el microscopio electrónico, y con el uso de la histoquímica, inmunohistoquímica y biología molecular se ha conseguido avanzar, pasando de ser meros observadores a entrar en los complejos criterios de interacción molecular, llegando con ello a terapias dirigidas contra cada tipo de proceso.
Todo esto permite hacer diagnósticos más precisos y determinantes en breve lapso de tiempo.
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